El velorio de una reforma constitucional que el PRI amortajó
El milagro de la reproducción de los votos no se dio, faltó una cincuentena de deditos alzados para que la Ley Eléctrica de AMLO viviera
Los 202 diputados de Morena y sus aliados, del PVEM y del PT, asistieron este domingo, pero no fue de resurrección, sino al velorio de una de las más importantes reformas constitucionales deseadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La iniciativa que modificaba cuatro artículos de la Constitución para darle el control del sector eléctrico a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la encabezada por Manuel Bartlett, fue dejada morir por el PRI, el partido en el que la 4T había puesto sus esperanzas y del que sólo pudo obtener un voto. No hubo en ese huerfanito ninguna ventaja, pues la víspera de la inútil y maratónica sesión del pleno camaral, el legislador del Verde Ecologista abandonó a los oficialistas para mudarse a la bancada de Movimiento Ciudadano.
Durante toda la Semana Santa, el PRI de Alejandro Moreno, a nivel de grupo parlamentario comandado por Rubén Moreira, le restregó a AMLO que la reforma eléctrica no iba a pasar. Se lo gritaron hasta el cansancio: “¡No al capricho, ni a la sumisión, ni a las mentiras de los legisladores de la coalición Juntos Haremos Historia!”, reiteró Moreno Cárdenas, para luego enfatizar que Morena tendría la derrota más grande posible.
El líder del tricolor posicionó así a su bancada de 70 legisladores. El líder priista calificó de tragedia y una desgracia para México el gobierno de López Obrador, «que ha mentido al señalar que bajaría la luz, la gasolina y que habría un sistema de salud como el de Noruega y Dinamarca». Alito, en tribuna y acompañado de los diputados de la alianza Va por México –que conforma con el PAN y el PRD- indicó que 35 millones de mexicanos están sin acceso a la salud y que miles de niñas y niños sufren por la escasez de medicamentos contra el cáncer, y resaltó que los morenistas mienten al decir que se incluyeron las 12 propuestas de la coalición en el dictamen. “Su reforma no va a pasar”, fue la frase con la que se sepultó la iniciativa oficial.
En las curules de Morena se hablaba de que Alito deberá responder por expedientes abiertos en Campeche, entidad que gobernó y que hoy está bajo el mando de la morenista Layda Sansores, a quien en su toma de protesta abrazó y deseó la mejor de las suertes.
Mientras se posicionaban los partidos, afuera de la Cámara de Diputados un plantón de con tres mil seguidores de AMLO exigían la aprobación de la reforma. Los integrantes del Frente Nacional de Defensa de la Reforma Eléctrica manifestaban que se compraban diputados traidores a favor de sus votos.
Adentro en el salón de sesiones, el chiquipartido PRD conminaba a sus contrarios a rebelarse contra su Presidente y dar paso a la construcción de una propuesta de reforma desde el Poder Legislativo.
“¡Rebélense! ¡Rebélense!, les ordenó el Presidente… “¡Pues rebélense ustedes y vamos a construir una propuesta en el Legislativo, no que se las manden desde Palacio Nacional! Una propuesta que sirva al pueblo de México, que tenga energías más baratas y limpias. Háganle caso al Presidente de la República! ¡Rebélense, voten en contra!”, emplazó Luis E. Cházaro, coordinador de los diputados del PRD a Morena y sus aliados.
“Es clara la posición de nuestra coalición legislativa: Tenemos una propuesta mejor, la presentaremos en este período ordinario y esperamos contar con sus votos para llevarla al cabo”, agregó tras citar que “el riesgo de votar a favor la propuesta enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador es que, en vez de que disminuya el precio de la luz, el titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett se compre otra veintena de casas y entonces el precio de ese servicio básico para las y los mexicanos, tenga que ser incrementado».
Recordó que hubo cientos de foros de Parlamento Abierto, acudieron personas para hablar a favor y en contra, y no se recogió nada de eso porque inmediatamente pusieron fecha para la discusión. El perredista reprochó que no se escucharon a los ambientalistas, ni a los jóvenes, tampoco a los que planteaban que bajar el precio de la luz, que no es por decreto.